Empresas enfrentan costos logísticos impredecibles por crisis geopolíticas y desajustes de mercado, según análisis de Drewry
La inestabilidad en las tarifas de transporte marítimo persiste como secuela de la pandemia, agravada ahora por ataques en el Mar Rojo, fluctuaciones en demanda y alzas en seguros y combustible. Las rutas Este-Oeste registran variaciones de hasta US$1,400 por contenedor, afectando especialmente a importadores de productos de bajo valor. Mientras algunas empresas migran a contratos anuales para estabilizar costos, otras exploran herramientas financieras o cambios en sus cadenas de suministro. Drewry advierte que esta volatilidad —junto con tarifas estructuralmente más altas— exige estrategias logísticas más flexibles y proactivas.