Expertos recomiendan a los propietarios de carga adoptar acuerdos flexibles para adaptarse a un mercado volátil.
La industria marítima enfrenta un escenario desafiante en las negociaciones de contratos de transporte a largo plazo, debido a la incertidumbre generada por posibles cambios arancelarios. Propietarios de carga (BCOs) y operadores logísticos (NVOCC) buscan equilibrar la necesidad de asegurar capacidad con la flexibilidad para adaptarse a un panorama comercial impredecible.
Jon Monroe, analista del sector, destaca que la falta de claridad sobre los aranceles futuros dificulta la planificación de las cadenas de suministro. “No se sabe si los aumentos serán moderados o lo suficientemente altos como para alterar decisiones de abastecimiento y fabricación”, señaló. Esta incertidumbre ha llevado a algunos importadores en EE. UU. a reconsiderar sus embarques, mientras otros evalúan trasladar los costos adicionales a los consumidores.
Monroe recomienda a los BCOs adoptar estrategias flexibles, como dividir la carga entre líneas navieras y NVOCC, evitar cláusulas de recargo por temporada alta y asegurar espacios mínimos garantizados con opción a ampliación. Además, sugiere reducir los volúmenes comprometidos en contratos para facilitar su modificación o cancelación si los aranceles impactan los costos.
En un entorno donde los aranceles pueden aplicarse sin previo aviso, la adaptabilidad será clave para mantener la competitividad y minimizar riesgos en un mercado cada vez más volátil.